lunes, 21 de febrero de 2011

La promesa


El prometer solo por el honor, es un acto de lleno de amor y valentía, cuando es el honor de un niño o niña es aun, más significativo y más hermoso. En nuestros días, cuando muy pocos se comprometen con algo o con alguien, comprometerse ante Dios, ante sus hermanos, antes sus familias o ante quien deseen, comprometerse libre y voluntariamente, con amor y cariño a un movimiento que quiere lo mejor de las personas para otras personas, comprometerse con uno mismo, para darse la hermosa tarea de ser buenas personas y para ayudar a los demás, todo eso en una simple promesa es nuestro pilar fundamental .


Los niños y jóvenes, nos invitan a seguir por esta senda, por el camino eterno, ese camino difícil de compromiso y unidad, el de generosidad y humildad. Si, ellos están dispuestos a vivir esa promesa, estoy seguro que nos acompañarán.


Muchas son las variaciones del texto, este es el que más me gusta a mí y lo expongo aquí para que lo conozcan.


“Yo, por mi honor y por la gracia de Dios prometo: hacer todo lo que de mi dependa para cumplir mis deberes con Dios, la patria y mi familia, ayudar al prójimo en toda circunstancia y vivir fielmente la ley scout”


No sé cuántos niños y niñas, jóvenes y adultos, han adherido a la promesa estando en el Carelcona, tampoco es tan importante el número, pero lo que si sé, es que deben guardar como un verdadero tesoro ese momento y que ocupan como una preciosa herramienta para sus vidas, este lindo compromiso.


Para nuestro grupo, el triunfo más importante es que nuestros miembros adhieran a la promesa y que la hagan parte de si, no mientras estén en el grupo, sino que para siempre, cada vez que ocurre esto es un festejo interno y silencioso, hermoso y revitalizador.


FELICITACIONES A NUESTROS PROMESADOS Y PROMESADAS.